viernes, 18 de diciembre de 2015

El pasado nunca muere (1)

En estas fechas tan entrañables que se nos vienen encima suele ser habitual algún estreno cinematográfico. Y de película, pero de terror (o, al menos, de suspense) es lo que parece que nos espera a los vecinos de La Viliel.la en los próximos cuatro años. Al menos, con lo que llevamos visto en los pocos meses que lleva el nuevo gobierno municipal en Cangas del Narcea. Tal parece que volvemos a los oscuros tiempos en los que las necesidades más básicas de la parroquia de L.larón (no hablemos ya de las menos necesarias, pero también importantes), eran sistemáticamente dadas de lado por quien durante 24 años hizo y deshizo a su antojo como alcalde del concejo, y para quien estos dos pueblos eran unos lugares inexistentes.

Habrá quien piense que no es para tanto, que hay lugares en el concejo en situaciones peores. Es cierto, y valga como ejemplo el indigno acceso a L'Artosa, entre otras. Pero eso no puede servir de consuelo salvo para conformistas y despreocupados, porque el hecho de que alguien esté peor no hace que la situación propia mejore.

(Foto: Suso de Josepillo)
La primera parte de esta película empieza en el año 2003, con nuestra petición al Principado del arreglo de la fuente de La Oul.lera y de su entorno, como se pudo ver en la entrada La carta a los Reyes Magos. El éxito obtenido puede comprobarse en otra entrada posterior, Chapuzas y mentiras Principado, S.A. (2). Esta petición se hizo después al Ayuntamiento, después del sorprendente cambio de alcalde, en agosto de 2007, y reiterándola varias veces, con idéntico resultado.

En el siguiente y no menos sorprendente cambio de gobierno en el año 2011, volvimos a la carga. En esta ocasión, sí visitaron en varias ocasiones el pueblo los técnicos del Ayuntamiento, tomando nota del estado de la fuente y su entorno, y apuntando las aportaciones vecinales.


Pero tantas visitas tampoco parecían ser efectivas, con lo que, como en épocas que parecían superadas, los propios vecinos arreglaron el entorno de la fuente, ampliando la plaza que hay delante con el fin de que sirviese para el giro de vehículos, y adecentaron el conjunto de la construcción (la fuente, el abrevadero y el lavadero).

A la izquierda, la ampliación de la plaza de La Oul.lera
Poco antes de las elecciones de este mayo pasado, el ayuntamiento prepara la solicitud al Principado de la subvención para el arreglo de La Oul.lera, según lo dispuesto en el BOPA del 22 de mayo. Las circunstancias que rodean los plazos legales (un viernes, con las elecciones dos días más tarde) hacen que el gobierno saliente no envíe el expediente, que queda del cajón, en el ángulo oscuro, a la espera de que lo haga la nueva corporación.

La plaza vista desde el otro lado
Pero, ¡sorpresa! Como vivimos en un país en el que quien entra no se fía de lo que ha hecho el que sale, con el nuevo cambio de corporación (después de los dos anteriores ya no nos sorprende nada...), se paralizan casi todos los documentos pendientes hasta que los revise el nuevo gobierno local. Como fruto de este celo revisador, el expediente de la rehabilitación de la fuente de La Viliel.la, junto con el del arreglo de la plaza de Veigaimiedru, es enviado fuera de plazo, y, en consecuencia, denegado, como pudimos comprobar en el BOPA del 19 de octubre.

Así que, visto lo anterior, el conjunto de la fuente sigue con unos arreglos insuficientes para su mantenimiento, a expensas de que el ayuntamiento mande por enésima vez los técnicos para evaluar el estado de la fuente y realicen otro informe que se envíe al Principado, etc, y así hasta que los vecinos (al menos, aquellos que todavía tienen interés en mantener el pueblo en buenas condiciones) tengan que echar el firme de hormigón con cargo a su bolsillo y a sus costillas, y volver a reparar los elementos etnográficos referidos, o se harten y dejen deteriorarse todo el conjunto hasta que ya no haya nada que mantener.

(Continuará...)

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